martes, 28 de mayo de 2013

'El niño mono'

La historia de John Ssabunnya es una historia de un niño ugandés criado en la selva con monos durante tres años. Es uno de los casos más conocidos debido al impulso mediático que tuvo, sobre todo en Gran Bretaña por parte de la BBC, que recreó su historia en una mini serie.


John nació en un periodo complicado; durante la guerra civil de Uganda, en los años ochenta. Nació en Kabonge, cerca de la ciudad de Bombo. Cuando el niño tenía 3 años, su padre asesinó violentamente a su madre. Tras ser testigo de este hecho traumático y temiendo por su propia vida, John huyó a la selva. Una vez solo en la selva fue acogido por una colonia de monos verdes africanos. John tuvo que adaptar sus costumbres y adaptarse a la vida salvaje y lo que ello supuso: dormir en hojas de plátanos a la intemperie y seguir una dieta basada en frutas, nueces y bayas, con lo que la carencia de otro tipo de alimento supuso para su desarrollo. Tras tres años viviendo en la selva, una chica llamada Milly Sebbavio le descubrió mientras recogía alimentos junto con otros monos pequeños y dio noticia en el pueblo. A pesar de los esfuerzos de su ‘familia’ (que consistían en arrojar piedras y palos) por retenerle, el niño fue capturado. Presentaba un fuerte grado de desnutrición que podría haberle causado la muerte en pocos días. Tras un estudio médico, se le extrajo una solitaria de más de medio metro de largo, además presentaba síntomas comunes a otros niños salvajes: llagas, costras, heridas, malnutrición, cierto grado de hipertricosis y dificultad comunicativa con los humanos. Al tener noticias del caso, Paul Wasswa, directo de un orfanato cristiano, solicitó permiso para adoptar al niño. En este orfanato, situado en Masaka, fue donde John comenzó su inmersión en la sociedad. Paul afirma que aunque con una acusada dificultad, John consiguió a caminar y aprender algunas palabras básicas para comunicarse, aprendió a comer en un plato y dormir en una cama. Para la sorpresa de Paul y su mujer, John poseía una voz fina y hermosa, por lo que le unieron al coro de orfanato ‘Pearl Of Africa Children’s Choir’. En 1998, Hillary Cook, una dentista que viajaba a Uganda con el fin de ofrecer tratamientos gratuitos para los pobres, conoció a la familia de Paul y a John, quedó impresionada al escuchar su historia y su voz y al regresar a Inglaterra planeó una serie de conciertos para el coro, destacando la participación de John. Los conciertos duraron tres semanas, en las que los niños cantaron en iglesias de Merseyside, Glasgow, Sheffield, Londres y Wales. La gira tuvo publicidad en periódicos y medios, lo que supuso la difusión de la historia del ‘niño mono’.

La música sirvió a John para acercarse al mundo de los humanos y recibir el afecto que tan cruelmente le arrebató su padre. Aunque tenía dificultades lingüísticas, pudo avanzar ya que fue recogido a tiempo y llevado a la escuela, donde interactuó con otros niños. Sabemos que además de cantar, John ama correr y jugar al fútbol, por lo que se apuntó para competir en los Special Olympics. En 2003 fue elegido capitán del equipo de fútbol de Uganda en los juegos , y representó a su país en la ceremonia de apertura de los juegos en Croke Park, Dublín, Irlanda.

lunes, 27 de mayo de 2013

El niño salvaje español

Marcos Rodríguez Pantoja, nacido el 7 de junio de 1946 es un pastor conocido por ser uno de los pocos casos documentados de niños ferales españoles.

Vivía con sus padres en Madrid, donde su madre falleció. Su padre se casó nuevamente con otra mujer, la cual no acogió bien al niño en el núcleo familiar. En  1953, teniendo Marcos Rodríguez siete años, y tras una vida de malos tratos, fue entregado por su padre por motivos económicos a un anciano cabrero para que le ayudase con el rebaño. Cuando el anciano murió, el niño quedó abandonado en medio de la naturaleza. Lo más increíble, es que por alguna razón cuando estuvo solo, Marcos pensó que le sería más fácil la inmersión en el mundo salvaje que salir en busca de algún humano. Después de trece años viviendo con lobos en el monte, fue encontrado por la guardia civil y trasladado a Fuencaliente. Posteriormente un sacerdote le enseñó a articular el idioma y fue internado en el hospital de Convalecientes de la Fundación Vallejo, en Madrid, hasta ser reintroducido como adulto en la vida en sociedad. Trabajó como pastor y como hostelero. A causa de su desconocimiento del sistema social, sufrió numerosos timos y engaños. Llegó a encariñarse con un policía viudo que le propuso ir a vivir a Rante, en Galicia, para estar al cuidado de su finca. Después de más de catorce años viviendo juntos, Marcos es feliz al cuidado de esa porción de su añorada naturaleza. Reconozco que este caso me ha sorprendido muchísimo y que, sin lugar a dudas, en singular. Si bien los demás niños salvajes no podían volver a introducirse en la sociedad, Marcos estuvo en compañía humana hasta los siete años, la edad suficiente para desarrollar sus capacidades humanas. Fue la necesidad lo que activó su instinto y su vida en el monte lo que poco a poco hizo que fuera ‘apartando’ su lenguaje y sus costumbres humanas. Esto hace que Marcos sea capaz hoy día de contarnos su experiencia y cómo fueron sus años en la naturaleza. Abajo os adjunto el enlace del extraordinario reportaje de televisión española a Marcos y al director de la película inspirada en su vida, ‘Entre lobos’. Escuchen cómo aúlla este hombre, porque parece un verdadero lobo.
‘Un día yo me encontré una lobera, en una cueva y había cachorritos y yo  jugando con ellos me quedé dormido con ellos y entonces cuando vino la madre empezó a encariñarse conmigo porque yo no le había hecho daño a sus cachorros…y me hice una familia’
‘Yo estaba muy bien, yo no sabía lo que era el dinero pero estaba muy bien. Si quería pescar pescaba en el río, si quería un conejo lo cazaba, en el tiempo de las bellotas comía bellotas y si quería un ciervo llamaba a mis padres, pegaba un aullido, venían los lobos, me escondía en el río y ellos me traían las redes. Luego me abalanzaba al ciervo y repartíamos las partes’
Marcos afirma que nunca quiso volver a la civilización, para él el mundo de los hombres era el mundo de las palizas y los maltratos y la naturaleza el mundo donde reía con sus animales. Aprendió a entender el canto de los pájaros y el aullido de los lobos, así fue olvidándose de su propio lenguaje, pasando los días y las noches, la infancia y la adolescencia, olvidándose del frío y casi del hambre.
‘Yo sería feliz si yo supiera andar por el mundo o si hubiera encontrado, en mi momento dado, una mujer…si tuviera una casa y mi mujer, entonces creo, que si ella hubiera sido como yo, entonces hubiera sido más feliz’’

Ahora ha cambiado el monte por el pueblo, y la vida salvaje por el cuidado de la finca. Le gusta la gente, cantar y la risa, pero su auténtico refugio sigue siendo la soledad del bosque.


http://www.youtube.com/watch?v=k9LDf1Ifnfs


Aquí os dejo también el enlace para ver la película sobre esta bella historia. A mí, me ha conmovido.

''Cuarenta y cinco años después de ser atrapado por la Guardia Civil, Marcos aun tiene la certeza de haber aprendido poco de los hombres, la sensación de que nada tiene tanta verdad como aquellos años que vivió entre lobos''

Escrita y dirigida por Gerardo Olivares, y con la participación de Juan José Ballesta como Marcos.

http://www.youtube.com/watch?v=gbT63X9Vbac

miércoles, 15 de mayo de 2013

''El gen del lenguaje toma fuerza, ¿o no?'' Parte II

La definición que Pinker dio para los genes del lenguaje dice:

Los «genes del lenguaje» serían «secuencias de ADN que codifican proteínas o desencadenan la transcripción de otras proteínas, en determinados momentos y lugares del cerebro, que guían, fijan o atraen neuronas hacia aquellos circuitos que, una vez producido el ajuste sináptico que tiene lugar con el
aprendizaje, intervienen en la solución de problemas gramaticales».

Si las funciones de estas proteínas que guían, fijan o atraen neuronas para crear los circuitos sinápticos necesarios para la solución de problemas gramaticales no son óptimas, producen en la fase de gestación del feto un subdesarrollo de estructuras neuronales importantes para el lenguaje. Además no sólo se reduce al ámbito gramático, se ha demostrado que el gen FOXP2 está implicado en la formación de pulmones, intestino o corazón, y lo más interesante (y esto es un argumento en contra de aquellos lingüistas que se han lanzado a proclamar, a diferencia de los genetistas, la ‘directa’ relación entre este gen y nuestro lenguaje) es que este gen no es exclusivamente humano, siquiera se restringe al campo de los mamíferos. También estaba ya presente en los neandertales. En realidad este gen está más relacionado con capacidades motoras básicas para la realización del habla, y no con la esencia de nuestro lenguaje. Este gen es importante puesto que asegura capacidades básicas a nivel neuronal. Digamos que su forma no mutada es una condición necesaria, pero no suficiente. ¿Por qué no podemos relacionar ‘a la ligera’ el efecto de la mutación de este gen con el fenotipo, en este caso, el lenguaje? Existe una correlación entre esta secuencia de ADN y el fenotipo, pero no es la causa directa. Descubrir que una secuencia de ADN mutada afecta a un rasgo no implica que esa secuencia de ADN en su versión correcta origine por sí misma ese rasgo. Esto es aún más notable en el plano cognitivo que en el fisiológico, ya que todo funciona a base de corrientes sinápticas entre neuronas.

Si dicho gen existiese, tened por seguro que el puesto que el ser humano ostenta como animal parlante no duraría mucho tiempo. Si ese gen existiese, bastaría hacer una terapia génica: aislar el gen, introducirlo en un vector y el vector( un virus por ejemplo) en otro organismo animal. Daríamos la capacidad de hablar a un animal. Por antojos de la naturaleza, nuestro habla no es algo genética y completamente aislable. Quizás esto pueda parecer una decepción, el gen del lenguaje que creímos tener en nuestras manos no es más que un puro trámite. Confiemos en la ciencia, en poco tiempo la genética cognitiva nos dará grandes sorpresas.










martes, 14 de mayo de 2013

''El gen del lenguaje toma fuerza, ¿o no?'' Parte I


El estudio de una familia británica con trastornos específicos del lenguaje (TEL) de origen claramente hereditarios que afectaban tanto a las capacidades motoras de articulación como a la formación de estructuras sintácticas, llevó a muchos científicos a proclamar el carácter genético del lenguaje. Se descubrió una secuencia de ADN dentro del cromosoma humano número 7, el gen llamado FOXP2, cuya forma mutada daba origen a dichos trastornos. ¿Podemos entonces afirmar la clara evidencia de la base genética del lenguaje? Veámoslo.
Parece lógico pensar que si derivamos de los mismos principios químicos y biológicos que los animales nuestro comportamiento, y por qué no, nuestro lenguaje, también obedezcan un patrón genético. Hay quienes piensan que el aprendizaje no es la antítesis del carácter innato sino uno de sus productos más importantes. ¿Qué piensan ustedes? Analicemos el caso de la familia británica.
Los problemas orofaciales y lingüísticos que sufrían los miembros de la familia X estaban provocados por un defecto en la transmisión del alelo dominante de un fragmento determinado de ADN del cromosoma 7, llamado más tarde FOXP2. Este gen era además de herencia autosómica, y no sexual. Esto quiere decir que el defecto genético se transmite tanto a hombres como a mujeres. La diferencia entre los alelos deriva de una mutación,  que convierte a este fragmento de genoma en heterocigótico, pues se precisa el gen en estado homocigótico para no presentar dichos trastornos. Este gen codifica una proteína involucrada  en la fase de trascripción, es decir, que regula la expresión de otros genes. Es una proteína reguladora, y su campo de acción se extiende a que las secuencias de ADN se ‘copien’ o ‘transcriban’ de forma correcta para luego sintetizar todas las proteínas que el organismo necesita. ¿Hay entonces una relación directa entre el gen FOXP2 y el lenguaje? Vayamos más despacio. Que exista una mutación en el gen supone que exista un cambio, un ‘error de lectura’ del código genético al formar la proteína que codifica ese fragmento de ADN, ese gen. Un cambio en un solo aminoácido (las proteínas están formadas por la unión de aminoácidos, las más pequeñas de al menos 100, pero las hay de cientos) ya supone la alteración de las propiedades de la proteína, y por tanto la alteración de su función. Entonces esto nos lleva a pensar que estos problemas que sufrían la familia X eran fruto de una reacción en cadena causada por una proteína reguladora, encargada de ‘leer’, que no tenía ‘sus gafas bien graduadas’, esto quiere decir que fueron muchas proteínas, cada una con muchas funciones en nuestro organismo, las que fueron mal ‘leídas’, ¿Cómo decir entonces qué esta proteína, que deriva de este gen anómalo, está relacionada ‘directamente’ con el lenguaje? Más bien esta proteína mutada hizo que se alteraran muchas y distintas funciones y el conjunto fue lo que provocó los trastornos de la familia británica.

Glosario

Gen: fragmento de ADN

Genoma heterocigótico y homocigótico:

Ejemplo: El gen asociado al color de los ojos se representa con las letras hipotéticas A y a. A mayúscula es el alelo dominante (color oscuro) y a el alelo recesivo (color claro) Podemos tener los genomas: AA (homocigótico: color oscuro de los ojos), aa (homocigótico: color claro), o el genoma Aa o aA (heterocigótico en el que 'manda' en alelo dominante: color oscuro)

Proceso de transcripción: fase en la que se fabrica una copia de una de las hebras de ADN, para que esta sea más pequeña y salga del núcleo celular, luego esa copia se 'traduce' en los ribosomas y así poco a poco por la unión de aminoácidos se forman las proteinas. 

Cromosoma: modo en el que se organiza la información genética, tienen forma de X. Los humanos tenemos 24 pares.

martes, 7 de mayo de 2013

Amala y Kamala: las niñas lobo


La historia de Amala y Kamala comienza en Midnapore, al oeste de Calcuta, en 1920.


Los nativos del poblado de Godamuri están 
asustados porque dicen haber visto en el bosque a un fantasma, a un demonio, y que es necesario salir y darle caza. El misionero del lugar, el reverendo Joseph Amrito Lal Singh acude con ellos al bosque en busca del misterioso fantasma, y allí encuentran a dos niñas malnutridas y salvajes, protegidas por una loba que se interponía entre las niñas y los nativos enseñando sus dientes. Los nativos mataron de un disparo a la loba y cogieron por la fuerza a las niñas, que serían llevadas a un orfanato dirigido por el reverendo Singh. Él las llamó Amala y Kamala. Amala era la más pequeña, a la que se le estimaron unos tres años de edad, y Kamala la mayor, de unos 6 años. Las niñas no eran sociables con los humanos: arañaban, mordían a quién se acercase, gruñían y sólo comían en el suelo con los perros carne cruda. Tampoco admitían ropa alguna. Dice el reverendo, el cual tenía un diario de las niñas, que apenas experimentaban sensación ante el frío y el calor, que tenían los dientes caninos y el olfato excesivamente desarrollados y que además por las noches mientras aullaban como los lobos, sus ojos brillaban en la oscuridad y se orientaban perfectamente. La sociabilización de las niñas era imposible, su único  medio de comunicación eran los gruñidos. El reverendo y su mujer intentaron averiguar más sobre las niñas. Descubrieron que en realidad no eran hermanas, y que por lo tanto la loba debió admitirlas como suya en momentos diferentes. Un año después del ingreso en el orfanato, Amala murió a causa de disentería, con cuatro años de edad. Este hecho produjo en Kamala un signo de humanidad que nunca más volvió a verse en la pequeña salvaje: kamala se acurrucó junto al féretro de Amala y lloró, siendo casi imposible mover a la niña del lado de su ‘hermana’. Tras un periodo de luto que consistió en aislarse en una esquina y aullar tristemente, Kamala comenzó a avanzar en su sociabilización. Consiguió andar erguida en algunas ocasiones, aprendió conceptos como el de cantidad y un vocabulario de unas 40 palabras con las que se comunicaba con el reverendo y su mujer. En 1929, con quince años, Kamala murió de tifus.

Una historia realmente triste…que pudo no ser cierta.

Recientes investigaciones del autor francés Serge Aroles nos desvela en su libro ‘El enigma de las niñas lobo’ (2007) que el diario de las niñas que el reverendo escribía día a día fue escrito en 1935, seis años después de la muerte de Kamala. Su empeño hizo que salieran a la luz los testimonios del cuadro médico del orfanato, en el que se desmentían las afirmaciones del reverendo. Las niñas no caminaban a cuatro patas, no  tenían visión nocturna ni unos caninos fuera de lo común. El médico desvelaba que Kamala padecía el síndrome de Rett, que provoca serias lesiones motrices y cognitivas y además conlleva un retraso mental importante. Además de esto, los testimonios recogidos revelan que el reverendo maltrataba a Kamala para que se comportase como un animal y así, los visitantes del orfanato conmovidos por la salvaje, colaborasen económicamente con el orfanato.